Fue imposible. Sergio no hizo un partido excelente, pero tampoco jugó mal. Tuvo delante un adversario en gran forma que tras doce hoyos estaba ya con siete bajo par.
Para hacer frente a ese Howell, Sergio habría tenido que evitar los bogeys, dos, que pesaron como losas en su tarjeta. Por eso ayer dije que hacía falta precisión: no fallar. De ese modo hubiera podido llegar metido en el partido hasta el final, para probar ahí a darle la vuelta. Pero no fue así. Es justo reconocer el magnífico golf que está haciendo este americano desde que el año pasado cambio de entrenador.
Adios WGC hasta el 2008. Aunque la derrota haya sido abultada, no debe haber motivo para desanimarse. Las cosas en el golf cambian, y también a Sergio le llegará su momento.
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No sé si Sergio jugará la próxima semana el Honda Classic. Parece que, en todo caso, la semana siguiente al Honda jugará el PODS Championship. Referencia aquí
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