Sergio es un "regularista", un jugador que se desenvuelve bien en las condiciones normales del juego del golf. Técnica y clase no le faltan en absoluto, y por eso, es capaz de conseguir excelentes golpes y de obtener buenas tarjetas. Sergio no es, sin embargo, un jugador "creativo", o yo al menos no le veo una particular habilidad para adaptarse a las situaciones más variadas, o para jugar un golf distinto cuando el campo así lo pide. Por ese motivo pienso que Sergio paga más que otros jugadores cuando juega en campos donde todo está un poco al límite. En particular los greens ondulados o en pendiente hacen aumentar la distancias medias del putt. Leer bien un green con relieve requiere un cierto tipo de imaginación visual, que no todos tienen. A estas dificultades se añade además en este caso una cierta crisis de precisión que Sergio ha venido arrastrando en las últimas semanas.
No dudo que, después de leerme, alguno pueda pueda pensar que le estoy buscando tres pies al gato, que simplemente a Sergio le fué mal, y que podía haberle ido bien. Quizá no le falte razón; en todo caso he tratado de explicar la sensación de escepticismo que he tenido estos dias, el hecho de que temía y, en cierto modo esperaba, lo que ha sucedido. Por lo mismo creo que la cosa no se va a arreglar, sino que Sergio va a acumular todavía más deficit antes de despedirse esta tarde. Me gustaría ser más optimista y que Sergio tuviera hoy una gran jornada con un 3 bajo par y pasase el corte. Sería bonito pero no pienso que vaya a suceder. Lo siento.
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