Wyndham Championship. Día 4. Hoyo 13. Sergio en plena carrera a por la victoria |
Pensando en esto he de reconocer mi error. Me había hecho la idea (no sé qué misterioso mecanismo se había aferrado a mi mente), de que con la llegada de los 30 años vendría la madurez profesional de Sergio, su apogeo como jugador. En cambio llegó una bruma gris, en la que apenas se le distinguía.
Pero siempre me he resistido a creer que Sergio fuera a acabar su carrera desapareciendo, bajando poco a poco peldaños hasta hacer evidente que ya no se puede y que es mejor dejarlo. Tirando la toalla en aras de un realismo que se impone inexorable.
Hoy en el Wyndham ha aparecido de nuevo el Sergio que fue, el jugador que nos cautivó en el 2008, y ha demostrado que todavía es, que queda mucho talento y juego ahí dentro. Y, de nuevo, ese misterioso mecanismo se ha activado y me he preguntado otra vez: ¿Y si la madurez de Sergio estuviera a las puertas? ¿Si sólo me hubiera equivocado en el tiempo, y la monotonía de la vida, "las segundas filas", no hubieran podido aún con él? Y sí, reconozco que he pensado que a Sergio le pueden venir todavía años buenos, que el futuro le puede aún devolver lo que lo que el pasado le negó año tras año, lo que tuvo siempre tan cerquita pero no llegó. Lo que se quedó a pocos pies en los varios Carnousties.
Con esto creo que soy justo con el blog. Nació para seguir a Sergio y, aunque tuve que dejar de llevarlo, quise expresar en él mi afición por el golf y por el gran "jugador castellonense" [¿Qué habrá sido de Pipín?]. Hoy, después de unos cuantos años de silencio, era razonable hacer una excepción y que quedara reflejado aquí el gozo por el triunfo en el Wyndham.
Felicidades campeón, por tu victoria y que llegue, al final, esa primavera.
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