Terminó ayer la Race to Dubai, que marca el final del European Tour en este año, y creo que es un buen momento para cambiar de post en este blog. (Tras 11 meses de inmovilidad el anterior había acumulado 203 comentarios, mérito sobre todo de Pipín y mío. Además Firefox sólo admite 200 comentarios de una tacada, así que lo de comentar se estaba complicando demasiado).
El año, no ha sido sin duda de lanzar cohetes, sobre todo si se piensa a las expectativas con que empezó, con Sergio número 2 del ranking mundial y con posibilidades de alcanzar a Tiger. La foto que he elegido hace relación a esto. ¿Qué pasó Sergio?
La cosa no puede sorprender demasiado. Sergio mismo la ha explicado en una entrevista concedida a Ten-Golf. Además, incluso sin problemas extra-deportivos, es muy dificil mantenerse a niveles estratosféricos por mucho tiempo, y es bastante común ver a grandes jugadores atravesar un periodo de crisis. Nadie se libra de ella, en realidad, aunque algunos como Tiger la "gestionan" bien: siguen ganando pero sin aplastar... e incluso se permiten quedar segundos de vez en cuando.
Volviendo a Sergio el año no ha sido de cohetes, decía. No pudo clasificarse para el Coca-Cola en el PGA Tour y en Europa ha quedado décimo tras haber jugado un número relativamente alto de torneos (al menos en relación a otros años).
Con todo el castellonense (como diría Pipín) es el número 1 en Europa en llegadas a green, o diciéndolo en inglés -que suena muy bien- es el mejor ball-striker de Europa. Y, todo hay que decirlo, con notable diferencia sobre los demás.
O sea, que Sergio sigue siendo Sergio. Y eso nos hace esperar buenas cosas para el futuro. Eso, y también el hecho de que la temporada ha terminado en alza. Su juego de ahora se parece al juego que nos encantó el año pasado. Así que el 2010 se presenta bien.
Es inútil que yo diga aquí que Sergio debe seguir trabajando en el juego corto sin desanimarse y todo eso. Sin embargo, hay un aspecto que creo que él tendría que plantearse. Y es cómo sacarle partido a su ya notable experiencia de jugador. De algún modo debería encontrar la manera de equilibrar a base de experiencia su dificultad para asumir la presión, sobre todo el domingo.
Desde este punto de vista el 2009 nos deja poco. A Sergio le hacen falta domingos con presión, uno detrás de otro, para acostumbrarse, hasta llegar a divertirse también el domingo (como hizo ayer Westwood: qué pedazo de jugador), y no ceder al "canguele" que da jugarse el torneo en cada golpe. El 2009 no ha tenido este tipo de domingos.
Hay aquí un tema complejo del que depende, a mi modo de ver, que Sergio llegue a conseguir metas más altas de las que ya ha alcanzado. Desde el blog (y aunque sea con un post al año) apostamos firmemente por él.